En 1884 una expedición argentina lleva y deja en la isla a unos prisioneros. Y construye un faro antes de seguir su viaje para ir a construir la ciudad de Ushuaia en las costas del Beagle.

Este faro inspiró a Julio Verne una novela, El Faro del Fin del Mundo.

El Faro siguió funcionando hasta el año 1902.